El II Rally-Crono Ciudad de Córdoba inauguró el calendario provincial de rallyes 2023 con un recorrido similar al del año pasado
Poco más de dos meses han pasado entre el cierre del año automovilístico 2022 en la provincia y la apertura de una nueva campaña que se prevé apasionante. El II Rally-Crono Ciudad de Córdoba volvió a ser la prueba inaugural del curso con un recorrido idéntico al de la pasada temporada y una lista de inscritos que sobrepasó los 60 equipos. Hasta allí se desplazaron 11 de nuestros escuderos que, a lomos de sus respectivas monturas, supieron sortear las dificultades que escondía el trazado cordobés y llevar sus vehículos hasta la meta.
Miguel Ángel Peralbo se subía esta vez a la derecha del piloto extremeño Alfonso Casimiro. A bordo de un Citroën Saxo 16V, la dupla extremeño-cordobesa marcó un buen ritmo desde el primer kilómetro cronometrado y consiguió finalizar entre los 20 primeros de la General. Una marca cuanto menos meritoria, aunque al copiloto pozoalbense le quedara clavada la “espinita” de haber disputado una manga menos que sus rivales debido a una de las neutralizaciones que sufrió la prueba. “Salimos en la posición 51 y, a pesar de ser la primera vez que corríamos juntos, marcamos un buen ritmo en las tres pasadas que nos dejaron hacer. Terminamos muy satisfechos y con muy buenas sensaciones tras finalizar en el puesto 18 de la General y cuartos de la clase F2000, a tan sólo tres segundos del tercero, aunque nos quedó clavada la espinita de haber tenido una cierta desventaja con respecto a nuestros rivales porque, a causa de las neutralizaciones, no pudimos disputar uno de los tramos”, comentaba Peralbo tras finalizar la carrera.
Tras su golpe en Trassierra, José Carlos Martín volvió a enfundarse el mono de carreras para entrar en liza junto a su padre, Rafael Martín, que lo acompañó a las notas. Con los fantasmas del pasado aun sobrevolando su cabeza, el equipo de Pozoblanco supo coger el toro por los cuernos e ir recuperando sensaciones a medida que pasaban los kilómetros. Terceros de Clase III, el pequeño de los Martín se mostraba medianamente satisfecho al finalizar el día. “El golpe que tuve en Trassierra no me permitió ir cómodo en todo el día, la cabeza no me dejaba correr más, tenía la sensación de que me iba a salir en todas las curvas y aun así finalizamos terceros de clase. El tramo nos encantó, era espectacular, súper técnico y muy rápido. Se agradece también la cantidad de gente que había en las cunetas. Ahora toca preparar la cronometrada de Las Minas que se disputa el 4 y 5 de marzo e intentar seguir cogiendo ritmo para el Sierra Morena”, apuntaba.
El II Rally-Crono Ciudad de Córdoba fue la prueba escogida por Javier Sánchez para estrenar su bonito Seat 131 Mirafiori. Se ha hecho esperar pero, al fin, la afición pudo disfrutar de uno de los vehículos que hacen las delicias de los nostálgicos de este deporte. Con Pilar Benítez como navegante y tras cuatro años sin competir en asfalto, el piloto de Los Pedroches aprovechó el inicio de temporada para ajustar el set-up de su nueva montura y buscar una buena puesta a punto. “Tras completar la primera manga nos dimos cuenta de que la regulación de la carburación no era la adecuada y el coche no corría. Cuando llegamos a la asistencia nuestro escudero Martín Fernández se puso a trabajar y ajustar los reglajes. A partir de ahí, el coche iba bastante mejor y conseguimos mejorar los tiempos. Me sentía más cómodo en general pero no adaptado al cien por cien a la nueva caja de cambios lo que me llevó a cometer un error en la cuarta manga que casi nos cuesta un accidente muy fuerte. Conseguí salir del paso y solventar la situación, pero llegamos a meta con el susto en el cuerpo. Al final conseguimos terminar en el puesto 32 de la general y estamos satisfechos con este comienzo de temporada. Sabemos que nos falta seguir adaptándonos al coche para entenderlo mejor y sacarle todo el rendimiento que puede llegar a ofrecer, algo que es normal cuando te subes a un coche nuevo. Ahora toca seguir afinándolo, ahorrar un poco y ver si podemos salir en noviembre al Rally Valle del Guadiato”, concluía Sánchez.
Otro de nuestros escuderos que no pierde comba es Juan Jesús Coca, que en esta ocasión no estuvo acompañado por Luisa Benítez. El objetivo que se planteó el piloto jarote de cara a su segunda carrera del año fue más pedagógico que competitivo. A su derecha se subió José Antonio Sánchez, el joven que siempre los acompaña en las asistencias y que, esta vez, cambió el mono de mecánico por el ignífugo para vivir y sentir en primera persona cómo son los rallyes más allá de la zona de asistencias. Según explicó Coca, “el objetivo principal esta vez era dar la oportunidad a José Antonio Sánchez de participar en una carrera como copiloto para, de esta manera, colaborar en el crecimiento y formación de nuevos jóvenes en nuestro deporte. Desde un primer momento el planteamiento fue llegar a meta, sin importar el ritmo, para que aprendiera todo lo posible. Nunca había cogido ni cantado notas, todo era nuevo para él y, al final, terminó muy contento, deseando repetir una experiencia que se le hizo corta. Conseguimos terminar en la posición 14 de la General Scratch y seguir con la preparación para la cronometrada de Las Minas, que será otro mini-test de cara a la temporada de rallyes”.
Tras su paso por Trassierra, el joven piloto pozoalbense Víctor Olmo volvía a la competición con una nueva acompañante a su derecha, Irene Romero. Llegaron a Córdoba con el tiempo justo para coger y repasar notas, “sólo pudimos ir un día al tramo y volver a subir tras las verificaciones técnicas para corregir un par de apuntes que no me cuadraban”, aseguró. Su ya habitual Peugeot 106 se portó a las mil maravillas tras el mantenimiento “a fondo” que le hizo a finales de 2022. Salieron a la primera manga de la mañana con la prudencia que requiere todo proceso de adaptación entre piloto y copiloto, “pero en general fue bastante bien, una pena la neutralización del segundo tramo dirección Córdoba porque teníamos muchas ganas de hacerlo ya que nuestro coche tiene poquito motor y esa especial nos daba más juego”, explicó. La tercera y cuarta especial del día fueron mucho mejor, “mucho más adaptado y cómodo con la copiloto, lo que nos permitió disfrutar muchísimo y pasar un día muy bueno”. El único punto negativo de la jornada para Olmo fue la ausencia de gran parte de “nuestros escuderos”, que no pudieron figurar finalmente entre los inscritos y a los que echó de menos. “Siempre vamos juntos a todos lados y esta vez estuvimos un poco más solos”, aseguró al finalizar la carrera. La cronometrada de Las Minas será la siguiente prueba donde compita y, a partir de ahí, “a ver cómo va yendo el año”.
José Antonio Sánchez Illescas y Antonio Calero conformaron otro de los equipos de Escudería Sierra Morena presentes en Córdoba, una dupla que supo mantener un ritmo regular durante toda la jornada y cuajar una muy buena actuación.
Fotos: Fran Rebolledo, Chakón Fotografía y Federación Andaluza de Automovilismo (FAA).